Las bases de datos. Una pequeña introducción al tema
Las bases de datos son al mismo tiempo uno de los componentes más y menos utilizados. Es verdad que son herramientas infaltables para los profesionales de tecnología de la información. Pero, en el caso de los usuarios que trabajan con su computadora se puede hablar de una subutilización. Salvo, que estén en alguna aplicación que la traiga incluida como por ejemplo, al navegar y comentar este blog.
Es cierto que el uso de una planilla de cálculo es más intuitivo y hay más documentación disponible. La propia Microsoft solo publicó un libro sobre Access y es el de la preparación para el examen de la certificación. En cuanto a LibreOffice Base, la documentación disponible (en inglés) llega a la versión 6.4.
Pero, la mayor curva de aprendizaje se compensa con las prestaciones ya que son ideales para el trabajo con datos no numéricos.
Las bases de datos ¿Qué son?
Una base de datos es una colección de datos estructurada de determinada forma y almacenada electrónicamente. Mediante un programa llamado gestor de base de datos es el encargado de facilitar el agregado, la modificación y la eliminación de los mismos. Algunos tipos de bases de datos utilizan un lenguaje de programación específico que permiten hacer consultas.
Clasificación
De acuerdo a la ubicación
- Base de datos centralizada: Se ubica, almacena y mantiene en una sola ubicación. Eso no significa que el usuario tenga que estar en el mismo lugar para acceder.
- Base de datos distribuida: Se trata en realidad de diferentes bases de datos en distintas locaciones físicas unidas por un gestor que las hace funcionar como si fueran una sola.
De acuerdo a la forma de establecer relaciones entre los datos
- Relacionales: En este tipo de base de datos estos se organizan en forma de filas y columnas.
- Orientadas a objetos: Aquí los datos se almacenan en forma de objetos. Estos objetos se guardan en la base de datos asignándoles atributos y métodos que son los que definen qué hacer con los datos.
- Orientadas a grafos: Utiliza la teoría de grafos para almacenar, mapear y consultar las relaciones entre datos.
- NoSQL: Permite almacenar datos no estructurados o semiestructurados.
- Orientada a documentos: Es un subtipo de la anterior. En lugar de almacenar los datos en filas y columnas utiliza documentos para almacenar y recuperar los datos. Estos documentos organizan los datos utilizando estándares como JSON o XML.
Según la orientación
- OLTP: Son bases de datos orientadas al procesamiento de transacciones e incluye funciones de introducción, modificación y borrado de datos.
- OLAP: Estas bases de datos están orientadas al análisis de los datos para permitir extraer conclusiones.
Otros tipos
- Autónomas: Están basadas en la nube y utilizan el aprendizaje automático para automatizar el trabajo la base de datos, la seguridad, las copias de seguridad, las actualizaciones y otras tareas de gestión rutinarias que en las bases de datos tradicionales realiza un administrador.
- Almacén de datos: Es una base de datos enfocada en el sector corporativo que integra y depura información de varias fuentes distintas para procesarla y analizarla desde diferentes puntos de vista a gran velocidad.
Bases de datos biertas vs privativas
No tiene sentido en este blog que aclare cuál es la diferencia entre ambas. Si es interesante ver como se reparte el uso de ambas. De acuerdo a las estadísticas más actuales, de las 5 más usadas, 3 son de código abierto. La buena noticia es que dos de las de código abierto; PostgreSQL y MongoDB han tenido un crecimiento impresionante; 44,02% y 25,62% respectivamente.
La gran paliza se la llevó Microsoft SQL server (privativo) con una caída del 70,81% mientras el producto líder, Oracle acumula una baja del 28,08%. Tampoco le fue demasiado bien a MySQL, la más popular de las solucioens de código abierto. con un 24,28% en el marcador.
De todas formas, esta estadística hay que tomarla con pinzas. Las fuentes para calcular la posición de cada motor de base de datos son:
- Número de resultados en los motores de búsqueda.
- Frecuencia de búsqueda según las tendencias de Google.
- Número de consultas en portales de preguntas y respuestas sobre tecnología.
- Cantidad de ofertas de trabajo.
- Frecuencia de menciones en perfiles profesionales.
- Cantidad de menciones en redes sociales.