Firefox sufre una desbandada de 50 millones de usuarios. ¿Hasta dónde llegará su caída?
A principios de este año escribimos un artículo sobre la decadencia de Firefox. Al principio del mismo se menciona que Mozilla abandonó su intención de añadir soporte para las web-apps progresivas (PWA), pero se podría hablar de algunas cosas que sí tiene la competencia y no ofrece el navegador del zorro (o koala, para los más puristas). Por motivos como ese, y viendo las cifras, un servidor intentó acostumbrarse a usar también un navegador basado en Chromium, y finalmente me he quedado con Vivaldi como navegador web principal.
Por ese motivo, por haberle sido infiel a Firefox, hoy me he sentido un poco mal al leer una noticia que asegura que la única alternativa real a Chromium (aparte de Safari) ha perdido 50 millones de usuarios en los últimos tres años. Lo que tampoco ayuda a calmar los ánimos es que la propia Mozilla ha publicado la información, cuando por marketing, creo, lo mejor sería no dar un dato tan negativo.
La desaparición de Firefox llevaría al monopolio de Chromium
El problema es que Firefox es la única alternativa que tenemos los usuarios de Linux y Windows si no queremos usar Chromium. Si desapareciera, todos tendríamos que usar el motor que ofrece Google, aunque navegadores como Brave o Vivaldi suelen «cargarse» todo lo malo.
Los motivos de este éxodo pueden ser muy variados. Para empezar, aquí también se habla de dispositivos móviles, y Chrome está instalado por defecto en Android. En cuanto a los usuarios de Windows, yo no lo uso, pero ahora que Edge ha mejorado tanto y es compatible con Chrome/Chromium, probablemente me quedaría en él porque todo está mejor integrado. Por otra parte, el buscador de Google es el más usado del planeta, y suele mostrar publicidad para que instalemos su navegador, Chrome.
Pero eso no es todo. Hay servicios que sólo están disponibles para los navegadores basados en Chromium, que de hecho estuve viendo cómo trabajaba un programador hace menos de una semana y, aún usando un Mac, usaba Chrome para comprobar su código. Si a todo esto le sumamos que Firefox ya no ofrece nada exclusivo ni innova, no quiero decirlo así, pero esos 50 millones aún me parecen pocos.
Explicado todo esto, yo no creo que Firefox desaparezca, pero torres más altas han caído. No me alegraría de que pasara, pero es que no me sorprende lo que está pasando aunque esté instalado por defecto en muchas distribuciones Linux. Renovarse o morirse. Veremos que le pasa antes a este mítico navegador web.