GNOME cumple 25 años. Así era y así es
Quién lo diría. Aunque hace mucho que siempre tengo un equipo con Linux y que no uso Windows como sistema principal, lo cierto es que yo probé Linux por primera vez en el año 2006. Para mí, Linux empezó a existir en 2002, cuando un compañero de profesión «nos comía la oreja» a todos los que nos acercábamos a él hablando de un sistema operativo que siempre funcionaba, en el que no había que instalar drivers… todo color de rosa. Pero hacía tiempo que existía, y uno de los escritorios más usados, por lo decir el que más, siempre ha sido GNOME.
Hoy el proyecto GNOME celebra su 25º cumpleaños. Fue un 15 de agosto de 1997 cuando se dieron a conocer, diciendo que querían desarrollar un grupo de aplicaciones y software en forma de herramientas libres y amigables, más o menos como estaban haciendo CDE y KDE, el segundo desde hacía unos 10 meses. Cómo es GNOME ahora lo sabe toda la comunidad Linux, pero sólo los que ya tenemos una edad sabemos cómo era cuando empezó a extenderse de verdad.
GNOME 1.0 era como un Windows feo, pero sólo fue el inicio
«Queremos desarrollar un conjunto libre y completo de aplicaciones y herramientas de escritorio fáciles de usar, similares a CDE y KDE pero basadas totalmente en software libre».
Tal y como explican en su artículo de celebración, en marzo de 1999 se lanzó GNOME 1.0. Eligieron la GIMP Toolkit como base, y seguro que muchos se preguntan qué tiene que ver GIMP con todo esto. A la «GIMP Toolkit» se le conoce en la actualidad como GTK, y es el kit de herramientas que dan forma a mucho de la estética de GNOME. La interfaz era como se ve en la siguiente captura: se parece a Windows 95, pero peor diseñado. Están los escritorios virtuales, pero no tenía la mejor de las presentaciones.
Un año más tarde, en 2000, celebraron el primer GUADEC y anunciaron la fundación GNOME, esto ya en agosto. En junio de 2002 lanzaron la versión 2.0, que tampoco tenía el mejor de los diseños pero empezaron a dar forma a lo que poco después usaría un sistema operativo que dio mucho que hablar: Ubuntu. En cuanto a la estética, y comparándolo con Windows XP, por ejemplo, nunca fue su fuerte, pero el rendimiento sí era muy superior (y sigue siéndolo).
Ya en 2011 lanzaron GNOME 3.0, muy raro para los que estábamos acostumbrados y cómodos en las versiones 2.x, pero el problema del diseño empezó a desaparecer. Más recientemente, en 2016 se integró con los paquetes flatpak, un tipo de paquetes que priorizan por encima de los snap; casi cualquier app que sale para GNOME aparece pronto en Flathub.
En 2021 lanzaron GNOME 40, subiendo el número desde el 3.x para que no hubiera confusiones con GTK4. Aunque nunca ha sido malo de verdad, al subir de GNOME 2.x a 3.x el rendimiento bajó, es el precio que hay que pagar por mover algo bonito. Con las versiones 41 y 42 el escritorio ha ido ganando en fluidez, recuperando así mucho del terreno perdido en este apartado.
¿Qué nos depara el futuro?
El tiempo dirá. Viendo lo que han ido añadiendo desde que subieron al 40, parece que hay dos cosas claras: el rendimiento irá mejorando cada vez más. Por otra parte, las aplicaciones contarán con más funciones, pero no se olvidarán de una esencia que les hace ser fáciles de usar para cualquier tipo de persona. También tenemos que recordar que hace tiempo que usan Wayland por defecto, y pronto debería funcionar bien independientemente de la tarjeta gráfica que usemos.
Mención aparte unos gestos que nos facilitan mucho las cosas, hasta el punto de escuchar comentarios de usuarios de la comunidad que se han pasado/han vuelto a GNOME sólo para poder usarlos. Seguro que el futuro nos traerá sorpresas, y las primeras llegarán ya cuando GNOME 43 llegue a su versión estable.
Por todo lo demás, desearles desde aquí un feliz cumpleaños, y que cumplan muchos más.