Mi peor fin de semana y lo que aprendí
Lo que sigue es la historia de mi peor fin de semana y lo que aprendí. Me tocó protagonizar mi propia película catástrofe sin estar preparado y, se trata de una experiencia que no quiero volver a repetir.
La mayoría de nosotros dependemos para todo de la tecnología. Pero ¿Qué pasa cuando esa tecnología deja de funcionar?
Mi peor fin de semana
El miércoles 13 de marzo a la noche comencé a sentirme muy mal. Apagué el ordenador y me acosté Al día siguiente me quedé en cama pensando que se trataba de una gripe pasajera y el viernes me levanté normalmente, pero no pude mantenerme en pie. Vuelvo a acostarme y al no notar mejoría el sábado voy como puedo a comprarme un antigripal. Cuando vuelvo a casa cierro la puerta y lo primero que supe es que estaba acostado en el piso.
Busco el teléfono para llamar a mi hermano pero no tenía batería. Lo conecto al cargador y no funciona, pruebo con diversas posiciones y sigue muerto. Voy a encender el ordenador para intentar con WhatsApp web y el ordenador no enciende.
Pensé en salir a la calle y pedirle a un vecino que llamara a mi hermano pero había dos problemas:
- No sabía cuál es el número de mi hermano (Ni de ninguna otra persona). Estoy acostumbrado a tenerlo en WhatsApp.
- ¿Se acuerdan de mi desmayo? Cuando caí revoleé la llave (En aquel momento única copia) y no tenía idea donde cayó.
Hice lo único que podía. Tomarme el antigripal y acostarme, Al día siguiente encontré la llave y a la noche mi hermano, alertado por un amigo de que yo hacía días que no contestaba los mensajes, vino a verme.
Lo que aprendí
Lo primero que hice, apenas me sentí mejor fue hacer copias de la llave y dársela a personas de mi confianza. Lo segundo es comprar una agenda en papel y tener copia de los teléfonos. También descargué en el ordenador una aplicación del ecosistema KDE denominada Phonebook.
Phonebook está en los repositorios de las distribuciones basadas en KDE y si tienes instalado KDE Connect importará en forma automática los contactos telefónicos.
Un punto en contra de las fintech es que muchas de ellas solo pueden usarse como aplicaciones móviles. Tal vez es un tema en el que los entes reguladores deberían ponerse las pilas y exigirles acceso vía web. Mientras tanto es necesario encontrar una forma de acceder a ellas si el dispositivo móvil está fuera de servicio.
Podemos utilizar un emulador en nuestro escritorio e instalar las aplicaciones.. WayDroid es un servicio basado en contenedores que nos permite ejecutar Android 13 en nuestra distribución derivada de Ubuntu. Lo instalamos con los siguientes comandos:
sudo apt install curl ca-certificates -y
curl https://bit.ly/3TRAXl1 | sudo bash
sudo apt install waydroid -y
Lo lanzamos con:
sudo systemctl enable --now waydroid-container
La primera vez que se inicia verificamos que estén establecidas las siguientes opciones:
System OTA
https://bit.ly/3TxLJLV
Vendor OTA
https://bit.ly/3TxLLU3
Y establecemos Android type en GAPPS para poder utilizar las aplicaciones oficiales de Google.
Por supuesto que no quiero exagerar con lo que me pasó. Estaba en plena ciudad y en el peor de los casos podría haber gritado y hubieran venido los bomberos. Sin embargo, fueron malos momentos que me podía haber evitado con un poco de previsión.
Es cierto que la mayoría de nosotros solo tiene recursos limitados para comprar hardware y, que probablemente tengamos que vender para comprar. Sin embargo, las distribuciones Linux y los sistemas operativos derivados de Android nos permiten extender la vida útil de dispositivos considerados obsoletos por el mercado y que pueden salvarnos la vida en caso de necesidad. No es mala idea invertir algo de dinero en ellos.
Tampoco lo son las soluciones de baja tecnología como una libreta con índice y un bolígrafo para apuntar la información importante. No llego al punto de recomendar un teléfono de línea, pero les juro que lo pensé.